Te extraño a ti como extraño a mi vida, lamento que esto
sea una cruel despedida, quizás un sueño de un embarque
hacia a la deriva, pero sabiendo que es lo que mi alma dictamina,
me siento como un paciente en tratamiento de morfina, porque
lo que en verdad se ama, jamás uno lo olvida y si lo olvidas es
porque jamás amaste, ya veo que la tarea no la cotejaste y de
lágrimas y sonrisas ya tu mermas tes, mientras estoy consciente
que del desamor tu me colmaste, que sensación de frío tan
aplastante, acompañada de esta soledad tan inquebrantable,
que resulta en este sabor tan asfixiante, tanto como para el
perdedor, como para que el de victorias se complace, solo
permaneciendo hasta que esto acabe y si no por lo menos
hasta que tu por esa puerta pases...
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